La mayoría de las personas vivimos como gusanos soñando con convertirnos en algún día en mariposas.
El campo de visión del gusano es muy limitado,se pierde proyectándose con lo que tiene delante.Se cree sus propias mentiras, se construye personajes según le han dicho que es y crea su propia realidad bajo estos parámetros. Entra y se condena en la eterna danza del sufrimiento. Se olvidó de su propia magia, el poder de transformarse y de crearse constantemente.
El objetivo de esta danza es una llamada al propio poder de transformación y de alquimia a través de la danza Sufí, danza giratoria de los derviches. La danza Sufí es una danza mágica porque conecta cielo y tierra por el sendero del corazón. El gusano entra en su crisálida cuando empieza a girar, rompe con las ataduras del ego, conecta con su verdadera realidad y activa el poder de su corazón que transforma todo lo viejo en luz, bondad y amor.
Improvisación de danza por Raquel Santiago.
Entrada: 5€